sábado, 12 de febrero de 2011

La profesora

Quien diría, que ya fui  profesora de sexo, al mejor estilo  de " Mrs Robinson" . En la época debía tener unos 30 años y el 18. Alto, moreno, sonrisa abierta, cabellos ondulados, un cuerpo espléndido, probablemente de tanto jugar fútbol a andar de skate en las horas libres.
Era el hermano pequeño de mi mejor amiga, vivía de bermudas y camiseta, me lo cruzaba entrando en la casa de ella, todo sudado con la camiseta presa al elástico del short, iba a tomar agua...eventualmente dábamos de cara en ese momento.
Al principio intercambiábamos miradas, sonrisos y no pasaba de eso. Comenzamos a conversar por cuenta de un hobby en común : el cine. Conversa va conversa viene y él pasó a quedarse más tiempo conmigo cuando me encontraba en su casa.
A mi me empezó a gustar su conversación , me empezó a gustar las experiencias que intercambiábamos y el tono de respeto y seriedad que el daba a mis consejos de chica " mayor".
Comenzamos a salir  juntos, solamente a pasear, pasábamos el día en el parque andando de bicicleta, íbamos a la piscina de unos amigos, tomábamos helados. Pasamos a ser verdaderamente amigos, confidentes, a ser más cariñosos uno con el otro, más físicos...mas sexuales.
Que pensaba yo? Pensaba que sería presa por corrupción y seducción de menores! Pensaba que debía estar muy pasada de la cabeza para pensar en saltarle encima al niñato cuando tenía varios de mi edad y hasta más viejos queriendo saltarme encima a mi... pensaba que iba a dar mierda. Pensaba que estaba LOCA para que diera mierda.
Un día, en el medio de una conversa sobre cualquier cosa... lo abordé:
- Eres virgen, no?
Él interrumpió la risa correspondiente al diálogo anterior y me miró con cara de espanto:
- Pucha, es así TAN evidente? Mi dios...
Reímos y corregí:
-Si quieres te puedo ayudar en ese asunto...se lo dije casi susurrando y mirándolo fijo a los ojos
Él entendió el recado y para empeorar...o mejorar, no sé, entró en mi juego:
-Ah si? Me darías unas clases??
-Te daría más que clases...
Silencio... me fui de propósito, Lo dejé con la propuesta...
Él me llamó el mismo día, de madrugada...
- Oye, estabas hablando en serio? Porque yo quiero, quiero mucho... y quiero que sea contigo.
Me quedé pasmada!  BINGO
-Entonces está te atento, mañana nos encontramos en la calle x, te recojo a las 19:00 y nos vamos a un motel
:Nos encontramos, él entró corriendo al auto, medio como que escondiéndose. No dijimos una palabra. Entramos en el motel, estacioné el auto, nos dirigimos al cuarto, como si estuviéramos a punto de encontrar  algún jefe mafioso, traficar armas, drogas o cualquier cosa terriblemente ilegal. Dandome cuenta de la tensión en la escalera que comunicaba del garaje al cuarto decidí quebrar el hielo...
-Niño, ven aquí...lo tiré con fuerza encostándole la espalda en la pared, besándolo
Él tenía un beso delicioso, lascivo, caliente y mojado, solo de pegar mi cuerpo al suyo pude sentir el palo duro debajo del bermuda, refregandose contra mis muslos, latiendo, implorando para salir...
Ahí mismo, en la escalera, comenzó todo, sus manos paseaban por todo mi cuerpo, me mordisqueaba los pezones, yo estaba de falda y él acariciaba mis nalgas con ganas, metía el dedo por dentro de mi calzón y hacía cariño en mi culo, lo que me dejaba loca, mojada, me refregaba contra él...el beso cada vez mas intenso, gemíamos transpirados, perdidos en las caricias de uno al otro.
Metí la mano dentro del short y le agarré ese palo duro, hecho de piedra, brillante, lindo. Sentí un deseo incontrolable de metérmelo en la boca. Fui besando su cuerpo hasta llegar a su cintura...me tragué ese rollo sabroso, chupandolo, besándolo, lamiendo sus bolas con esmero... él gemía, daba vuelta los ojos, se apoyaba en la pared ya que sus piernas le temblaban.
NO quería que el acabase ahí, como era primerizo, necesitaba calmarme o la fiesta acabaría rápido.
Volvimos a las caricias, entramos en el cuarto a los tropezones, intentando caminar, besarnos, sacarnos la ropa, todo al mismo tiempo.
Lo tiré en la cama arrancándole el bermuda, el palo saltó mojado del calzoncillo. Mejor tranquilizarlo... quería que me cogiera como un animal en celo, no quería que se corriera ahí echándome a perder la fiesta.

Me alejé y comencé a sacarme la ropa despacito, comenzando por la camisa...intentado provocarlo al máximo, él, de palo en la mano... gemía, hizo amago de levantarse para venir detrás de mi, le hice seña de que no, de que se quedara exactamente donde estaba, que solo mirara
Él obedeció...yo lo quería babeando, loco, febril, hambriento.
 
Comencé a acariciarme lentamente, con una mano tocaba mis pezones para endurecerlos, con los otros dedos tocaba mi clítoris para que se inchara, separaba mis labios mojados provocándolo... oí su voz murmurar...
- Ayyyy, no hagas eso conmigo..
 
Me dio pena, decidí que no debía torturar más al niño...no en su primera vez. Me subí encima del, nos besamos y el ya quería forzar la penetración cuando le susurré al oído... -Sabes hacerlo? Él me contestó bajito, con los ojos cerrados...-No...enseñame...
 
Ayyyy, eso me puso re loca, me asaltó una mezcla de deseo y ternura que me hizo entender que yo estaba haciendo parte de algo muy importante en la vida de ese niño, su iniciación sexual. Yo podría tanto destruir o crear en él el gusto por el sexo. Yo sería responsable por la manera como él trataría a las mujeres con las cuales se relacionaría de aquí para frente...eso era serio...y lindo.
 
Lo besé con ganas, agradecida por haberme dado ese privilegio...me di la vuelta para que quedara sobre mi, pareció gustarle, sonrió, me besó...demoró en mis senos, lamiéndolos, mordiéndolos, besándolos, no me acuerdo de otro hombre haberles dedicado tanto cariño como él hizo. Decidió ir a la lucha...miré bien sus ojos...sería la primera vez que penetraría una mujer...
 
Abrí levemente las piernas y ese palo duro, palpitante se deslizó facilmente para dentro de mi...yo estaba toda mojada de la calentura que tenía, ambos soltamos un gemido de profundo placer, él cerró os ojos y empujó el resto del cuerpo en mi, levanté levemente las piernas como si fuera a envolverlo... pero solo una parte... comencé a susurrarle al oido:
 
-Ayyy, que delicia...así...muevete un poco...mmmm...asi...ahora levanta un poco el pecho... ahora empuja para dentro...con calma... él obedecía ciegamente. Hacía todo bien, pero tuve que contenerlo en la velocidad, ellos piensan que es la velocidad lo que nos da placer y no se trata de eso. Es una mezcla de velocidad, fuerza y manera...
 
Me di la vuelta y me monté sobre él... - Ven cogeme ahora de verdad, niño...
 
Y él se puso loco, un verdadero animal, con sus manos fuertes me pegó a su cuerpo asegurándome por la cintura, me lo metió hasta el fondo, sabroso...pasé mis brazos en vuelta de su tórax, abrazándolo, nos quedamos así...pegados...y él metía, metía , metía, controlando la velocidad agarrado a mi cintura.. mientras me susurraba...-Así?? Así?? Es así que quieres???
Ahhhh, él metía sabroso, metía fuerte y a fondo, yo solo oía nuestros gemidos y el ruido de nuestra cogida, yo le contestaba que si, si, era exactamente así ....él acababa de sacar un 10!!! 
 
Perdí la noción de todo, tiempo, hora, lugar... sentí como una onda de placer me poseía de los pies a la cabeza, envolvía todo mi cuerpo como si hubiera caído en un caldo denso y tibio...en cuanto sentía eso acariciaba ese pecho que parecía tallado a mano...él agarró mis caderas, cerró los ojos con una expresión de placer, angustia y éxtasis...tensó el cuerpo emitiendo gemidos entrecortados, tímidos comparados con el placer que parecía estar sintiendo. 
 
Después, conversamos, nos besamos, dormimos un poco... y pasamos para el segundo y tercer round. En esos le enseñé a chuparme, unas 4 o 5 posiciones y a darme por el culito sabrocito...
 
Cogimos mucho ese día y muchos otros días, meses... le enseñé todo lo que sabía y aprendí con él cosas nuevas que nunca había probado.
 
Después, él alzó vuelos...tuvo otras mujeres...mi niño creció.
Pero él siempre vuelve a mi...para reponer algunas aulas.

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